Enrique Ponce y Ana Soria se casan: la decisión que podría precipitar los planes de boda

Llevan cinco años de intensa relación y la pareja podría estar pensando en acelerar su futuro conjunto

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Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe digital de Lecturas

Enrique Ponce Ana Soria retocada
GTRES

"Cuando fui a torear Almería, la vi en el tendido. Ana es para que te llame la atención”. En el momento en el que Enrique Ponce fijó sus ojos en ella, el gesto fue tan descarado que, hasta a varios metros de distancia, la jovencita sintió su profunda mirada. 

La busqué por Instagram… ¡Y la encontré!”, contó a Pablo Motos, mientras las hormigas de ‘El Hormiguero’ reían a mandíbula batiente. Hace dos años, la pareja acudió a hablar de su relación al espacio de Antena 3. Un movimiento extraño en alguien como ellos, que siempre han querido mantener un perfil bajo. Se dijo que aquello podía ser la previa a anunciar una boda a lo grande, la última gran boda torera. Pero nada más lejos. 

Tras aquello, la pareja ha seguido guardado silencio. Esa entrevista en prime time no sirvió para nada más que para conocer, de primera mano, cómo habían sido sus comienzos y debatir sobre la diferencia de edad. A esa conversación con Pablo Motos no le siguió ningún anuncio, aunque, dos años después, este podría estar al caer…

"Han empezado a moverse cosas"

Tal y como publica El Español, a los enamorados les podría quedar menos para cambiar su estado civil. “A este periódico se desliza, como dato revelador, que ‘ya han comenzado a moverse cosas’ en lo que respecta a ese enlace”. 

Esto no quiere decir que ya tengan fecha, de hecho, a sus más allegados todavía no les habrían comunicado nada referente a ningún día en concreto. Tan solo se sabe que ya están inmersos en gestionar todo lo referente para poder dar este gran paso. 

Ana Soria
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La boda se llevará a cabo a través de una ceremonia civil, puesto que el extorero no tiene intención alguna de pedir la nulidad de su matrimonio eclesiástico junto a Paloma Cuevas. Este ‘sí quiero’ supondrá un punto de inflexión en la historia de amor que empezó hace cinco años. 

Una relación nacida de un escándalo

La ruptura del matrimonio Cuevas Ponce fue toda una sorpresa allá por mayo del 2020. Estábamos en pleno confinamiento y pocos podían imaginar que la pareja llevaba meses separados. Enrique Ponce había pasado toda la pandemia instalado en su finca de Jaén y lo había hecho anhelando la compañía de otra mujer que no era Paloma. El nombre de Ana Soria, una estudiante universitaria, natural de Almería, cuyo padre era conocido del propio Enrique, no tardó en saltar a la palestra. 

Cinco años después de aquel escándalo, puesto que pocos imaginaban la crisis que anidaba en uno de los matrimonios más perfectos del panorama rosa, la vida de sus protagonistas no puede ser más distinta. 

Paloma Cuevas lleva tres años ilusionada al lado de un amigo de toda la vida y con fama internacional, Luis Miguel. Por su parte, Enrique Ponce y Ana están instalados en Almería, donde han construido la casa de sus sueños. Ella ya es licenciada en Derecho y ha empezado a trabajar con su padre. El paso lógico para ellos, tal y como deslizan desde su entorno, sería casarse. 

Un testigo muy conocido

A pesar de “no tener fecha oficial”, desde el periódico sostienen que los novios ‘dividirán’ las celebraciones. Una en Almería, donde tendrá lugar el enlace oficial y que se llevará a cabo de manera íntima y solo para los muy allegados, y, otra, en La Cetrina, la finca de Ponce en Navas de San Juan (Jaén). Actualmente, la joya de la corona del patrimonio del diestro, es alquilada para la celebración de eventos y la fiesta por esta unión será una por todo lo alto. 

El medio desliza la posibilidad de que el exjuez Baltasar Garzón, amigo cercano a Enrique Ponce, aunque no vaya a casarles, sí que forme parte de la unión ejerciendo como testigo. 

De una manera o de otra, parece más que seguro que los pasos de Ana Soria y Enrique Ponce van encaminados a