La reacción del marido de Laura Cuevas al comprobar su cambio físico tras ser expulsada de ‘Supervivientes 2025’

Los concursantes de ‘Supervivientes 2025’ están a punto de cumplir los dos meses de concurso. El cambio físico que sufren los participantes tras las penurias que sufren en Honduras es brutal. De hecho, cuando uno de ellos abandona el reality se pueden ver delante de un espejo para poder comprobar la transformación que ha sufrido. Es lo que ha ocurrido con Laura Cuevas tras su expulsión el pasado domingo y su marido, Carlos Calderón, ha querido reaccionar en directo a este cambio.

Los participantes ya no tienen segundas oportunidades. El programa de supervivencia encara su recta final tras estar a punto de cumplir los dos meses en los Cayos Cochinos. Ya no existe ni Playa Misterio ni zona Parásita, por lo que a partir de ahora cada vez que uno de ellos resulte expulsado, regresará inmediatamente a nuestro país. Cuevas ha sido la última en abandonar el reality, ya que se sometió a una votación junto a Carmen Alcayde para determinar quién de las dos volvía a ser concursante.

El cambio físico de la concursante

La hija del que fuera mayoral de Cantora acumulaba diez días en la Zona Parásita, ese lugar del que no podía bajar a la playa y en el que tenía que ser alimentada por sus compañeros y la poca comida que le ofrecían. Ella había llegado a su límite e incluso en algún momento había expresado sus deseos de volver a nuestro país. No obstante, aguantó hasta el último momento antes de confirmarse su expulsión definitiva del reality.

Cuando un participante abandona es habitual que puedan disfrutar de tres grandes momentos muy especiales para todos los expulsados. El primero de ellos es ese instante en el que pueden verse delante de un espejo. El siguiente es aquel en el que pueden disfrutar de una buena ducha de agua dulce. El último es el correspondiente a un gran banquete en el que pueden comer todo lo que no han podido degustar durante meses.

Laura ha podido disfrutar de este momento, el de poder verse delante de un espejo. Con muchas ganas de ver su transformación física, cuando la tela comenzaba a subir ha podido ver que “me he quedado sin culo”. Tras ello ha podido ver los kilos que ha perdido, los cuales ha podido comprobar con su barriga, a la cual definía como “plana”. “Yo creía que no tenía cintura. Estoy feliz, feliz”, añadía mientras se miraba por todas partes. “¡Me veo espectacular!”, exclamaba tras comprobar su transformación física después de 53 días en Honduras.

La reacción de su marido

Durante su estancia en el concurso ha habido cierta polémica con su marido. En un momento de su estancia en los Cayos Cochinos la participante manifestó sus deseos de cambiar de vida al comprobar las vivencias que tenían el resto de sus compañeros. Su marido acudía a diferentes programas de televisión para mostrar su desagrado al considerar que su mujer lo había dejado fuera de estos planes. Todo ello unido a los diferentes rumores de infidelidades que han ido apareciendo durante estos meses.

De hecho, incluso él viajó hasta Honduras para poder reencontrarse con su mujer. En aquel reencuentro hubo un cruce de reproches y acusaciones que dejaba a la concursante totalmente desolada, ya que lo que debería haber sido uno de sus momentos más especiales se convirtió en todo lo contrario. No obstante, el matrimonio tiene una larga conversación cuando ella regrese a nuestro país y pueda hablar largo y tendido con Carlos.

Este mismo martes su marido se encontraba en el plató de ‘TardeAR’, donde ha podido ver las imágenes del cambio físico de su mujer. Su reacción ha sido muy diferente a la que se podría esperar debido a las últimas palabras que han tenido. “La veo divina, encantadora, que siga así”, decía sobre su cambio físico. Además, los colaboradores han querido saber sobre su situación sentimental. “Evidentemente tenemos que hablarlo, tenemos que sentarnos, tener una conversación. Que coja el camino ella está feo. Después de 10 años tenemos que hablarlo digo yo”, concluía Carlos.

La ducha y el banquete de Laura Cuevas

También hemos podido ver los otros momentos que todos los concursantes desean. Cuando Laura ha podido meterse debajo del agua para darse una buena ducha ha tenido una reacción muy divertida. “¡Madre mía, es que ahora veo el color!”, decía. “La tenía llena de mierda”, apostillaba sobre la suciedad que tenía en su cuerpo tras casi dos meses sin poder darse una ducha en condiciones.

El último momento es el del gran banquete tras dos meses comiendo arroz y pescado. Una mezcla de comidas a las que nadie puede resistirse en esas condiciones. Sin embargo, Laura ha tenido tiempo para mandar un recado a algunos de sus compañeros. Por un lado, dejaba claro que las sobras de su comida las compartiría con Carmen Alcayde, Montoya y Anita Williams. No obstante, dejaba fuera de la ecuación a Joshua Velázquez, su gran amigo durante la mayor parte del concurso. La razón era porque cuando estuvo en Zona Parásita, el canario no se acordó de darle parte de su comida.