Jesús Calleja se ha propuesto reunir a diferentes rostros reconocidos de nuestro país a lo largo de diferentes aventuras. En la emisión de esta semana Belén Rueda (60 años) se ha unido a la experiencia por el Mar Rojo junto a Eva Hache, Santiago Segura, David Bisbal y su mujer, Rossana Zanetti. Durante una de las conversaciones de la actriz con el aventurero ha recordado el día que sufrió un ictus pero lo recuerda como el momento en que le salvó la vida, ya que le descubrieron otra enfermedad que podría haberle causado graves problemas.
La actriz no es muy dada a hablar de su vida privada. En la mayoría de las entrevistas que concede suele mostrarse muy hermética. Sin embargo, sobre el ictus ha hablado en algunas intervenciones televisivas que ha tenido durante los últimos años, ya que saltó la noticia a la prensa y todo el panorama español se preocupó por ella. No obstante, el aventurero consigue sacar lo más íntimo a sus invitados y es lo que ha ocurrido con Rueda sobre este momento tan trascendental en su vida.
El ictus de la actriz
Durante uno de los parones de la aventura y tras haber buceado en el Mar Rojo, Belén ha mantenido una conversación con Jesús. Calleja le ha preguntado por aquel ictus que fue tan comentado en su momento aunque ella en un principio no quiso comentar nada por razones que con posterioridad ha querido explicar ella misma. “Fue un ictus transitorio”, respondía la actriz sobre este hecho.
Tras ello procedía a explicar cómo ocurrió todo. “A mí a veces por el estrés me dan lipotimias, mareos, ganas de vomitar, bajada de tensión... Entonces yo ese día sentí lo mismo pero era como un poco más intenso”, confesaba. “Mi hermana vivía al lado, la llamé y ella ya me conoce y entonces me dijo ‘esto no es normal’. Llamó a la ambulancia y me dijo, yo estando en el suelo muy mareada, me dijo ‘infla los mofletes’”, revelaba sobre las indicaciones.
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De hecho, ha querido explicar las dos formas de poder saber si una persona ha sufrido un ictus. “Esto es muy importante para saber si te ha dado un ictus, tiene que estar simétrico”, revelaba mientras se ponía la mano en la nariz para dividir su rostro en dos partes simétricas. “Otra es sonreír, cerrar los ojos y te tocas la nariz con los brazos estirados”, manifestaba mientras iba extendiendo cada vez una mano para tocarse la punta de la nariz con su dedo.
Tras explicarle el procedimiento ha confesado lo que ella sintió en aquel momento. “Si alguno de los dos hemisferios está sufriendo un derrame, yo solo fue una falta de oxígeno durante un tiempo, no tienes simetría en la cara”, expresaba. De esta manera, dejaba claro que ella tuvo una falta de oxígeno momentánea, dejando claro que esa simetría hay que tenerla para saber que no es un ictus y sí otras afecciones como estrés o cansancio.
El ictus le salvó la vida
Belén ha continuado hablando del momento en que el servicio sanitario decidió acudir a su domicilio. “No sé qué hice que la ambulancia en cinco minutos estaba en casa”, declaraba ante el asombro del presentador. “Era un ictus transitorio pero gracias a eso me hicieron un TAC en la cabeza, que yo nunca he tenido dolores de cabeza, y me descubrieron un aneurisma”, revelaba. De esta manera, el hecho de haber sufrido este percance acabó salvándole la vida, ya que esta pequeña malformación en las venas puede provocar que se obstruyan e incluso que se rompan bruscamente con consecuencias fatales.
En ese momento Calleja ha querido saber las razones por las que en su momento no quiso desvelar este proceso por el que estaba pasando. “Durante mucho tiempo, Jesús, no lo quieres decir”, decía. “¿Por qué?”, se preguntaba extrañada Calleja. “Dime tú”, replicaba la actriz. “Porque te puede afectar al trabajo, porque te tratan diferente. Te afecta todo. En este trabajo mucho más”, exponía sobre las razones de no haberlo confesado.
Calleja quería ponerle un toque de humor a la situación tan dramática que estaba contando la actriz. “Has vivido un ictus en silencio, como las almorranas”, expresaba entre risas. Además, quería saber si sus familiares y seres queridos lo sabían. “Mi familia sí. Tengo un stent que me parece fascinante, a través de la femoral. Cuando terminé el neurólogo que para mí es Dios me dijo ahora estás mejor que antes”, concluía. De esta manera, Belén ha querido recordar este momento pero desde el punto de vista del optimismo.